Desde Diciembre del 2003, he canalizado a Amma, la Madre Divina. Su mensaje ha sido siempre sobre el amor. FuÃÂmos creados del amor. Somos amor. Somos amor encarnado. Al vivir aquàen este planeta maravilloso, estamos simplemente explorando cómo regresar hacia el conocimiento de que somos seres infinitos, amor encarnado. Amma no tiene ningún juicio de nadie. Recuerdo cuando alguien en la audiencia estaba intentando que ella dijera que habÃÂa algo equivocado con la gente que era homosexual. Este individuo usaba las escrituras Hebreas y Cristianas. Diversas interpretaciones de la historia y otros argumentos para que ella dijera algo negativo sobre los homosexuales. Finalmente, Amma dijo: “Nunca lograrás que yo diga algo indebido de alguien de mis hijos”.
En otra ocasión, Amma discutÃÂa sobre su amor por nosotros. Ella nos decÃÂa que no habÃÂa nada que pudiéramos hacer para detener o romper este amor. Utilizó varios escenarios hipotéticos para enfatizar este punto. Lo que más recuerdo que ella dijo fue: “¿Sabes qué harÃÂa si entraras en este cuarto con un arma y mataras a todos los que están aquÃÂ, incluyendo a ésta, a través de quién hablo? Los amarÃÂa”.
El amor de Amma es incondicional. Estamos hechos, encarnados del mismo “material” del que ella está hecha. Ella es amor y todos somos, por lo tanto, amor encarnado. Amma, ama sin condiciones, ni amarres. Podemos hacer o no hacer todo lo que deseemos. Es cierto, quizás descubramos que existen ciertas formas de actuar y de pensar, que harÃÂan que la vida fuera más disfrutable para nosotros como individuos. Al actuar de una forma o de otra, no la traerá más cerca de nosotros o la distanciará de nosotros. Nuestras acciones solo sirven para abrir o cerrar nuestros corazones hacia ella. Ella nunca se mueve. Siempre nos está rodeando. Ella siempre está dentro de nosotros. Siempre somos de ella. Estamos simplemente, descubriendo o dirÃÂa mejor, redescubriendo quién somos en verdad. Somos amor encarnado y como amor encarnado, somos seres infinitos.
Muchas ocasiones ella nos ha sugerido, que podrÃÂamos vernos en un espejo y decirnos a nosotros mismos repetidas veces: “Soy amor encarnado”. Ella también ha sugerido que hablemos la verdad sobre todos los que nos rodean, diciendo: “Eres amor encarnado”. Cuando hago esto, me asombro en la forma en que se acelera mi centro del corazón. También me asombro en cuánto cambia mi percepción del otro, cuando digo: “eres amor encarnado”.
Unas cuantas palabras de Amma sobre este tema especÃÂficamente para esta página de WEB.
Queridos, me doy cuenta que para todos los que leen esto, la vida ha sido y puede que continúe siendo algo difÃÂcil. Ha habido ocasiones, hay ocasiones y habrá ocasiones en que se sentirán sin amor e incapaces de dar y recibir amor. Hay razones para esto, que no tiene nada que ver con quién son en verdad. De hecho, la Verdad, noten que lo escribo una una “V” mayúscula, es que son amor encarnado. El material del que están hechos, es el mismo material, la misma energÃÂa de la que estoy yo hecha, Amor. El amor no es un sentimiento que viene y se va. El amor es una fuerza dinámica de lo que podrÃÂan llamar la conciencia o la energÃÂa universal o aún de la gracia. Cada una de las personas, plantas, animales o “cosas” que ven, está hecha de este material llamado amor. El amor es verdaderamente todo lo que hay.
“Si el amor es Todo lo que es, ¿entonces por qué hay tanto dolor y sufrimiento?” Preguntan. Esa es una pregunta que estaremos examinando con el tiempo. Unánse con nosotros, si lo desean. Si no lo hacen, no hay pérdida. Todo lo que se les dará es algo de información intelectual. La verdad es que son amor encarnado, un ser infinito y ya saben todas las respuestas”.
Mhmm, esta es Cathy de nuevo. No estaba realmente esperando lo que me acaba de dar ella. Será divertido ver, qué es lo que ella estará compartiendo con nosotros. Les sugiero a quiénes leen esto: usen cada momento disponible para declarar la Verdad: “Soy amor encarnado”. Quizás incluso quieran utilizar su nombre. “Yo (su nombre), soy amor encarnado”. Cuando vayan sentados en el auto o en el autobús, en la fila, al observar a la gente, mÃÂrenla en forma individual y dÃÂganse asàmismos, como si los estuvieran saludando: “Eres amor encarnado”.